Título
original: Separate Tables
Director:
Delbert Mann
Guión: John Gay, Terence Rattigan, John M. Hayes
Música:
David Raksin
País y año:
USA, 1958
Duración:
100 min.
Intérpretes: David Niven, Burt Lancaster, Rita
Hayworth, Deborah Kerr, Wendy Hiller, Gladys Cooper
Insuperable
plantel de actores, para una película en la que, a la vez, ninguno es
protagonista y todos son protagonistas. En ello reside gran parte del mérito de
esta cinta inolvidable, adaptación de dos obras de teatro de Terence Rattigan
(1911-1977), quien también participó en la elaboración del guión.
En un
pequeño hotel de Inglaterra, a pie de playa, después de la Segunda Guerra
Mundial, diversos huéspedes ven cómo sus problemas y situaciones van cambiando,
a medida que van ocurriendo ciertos acontecimientos. En un espacio tan
reducido, las distintas personalidades van reaccionando, cada uno a su manera.
Pues, como dice uno de los personajes en la película, por ejemplo, en una gran
ciudad como Nueva York puede llegar a sentirse mucho más duramente la soledad,
que en un ámbito más pequeño, como este hotel, donde la humanidad, la relación
de persona a persona, sigue existiendo, aunque las mesas del comedor estén
“separadas”.
Diálogos
certeros, inteligentes, a los que se añade la más que adecuada actuación de
todos y cada uno de los actores, que, por cierto, son auténticos genios de la
gran pantalla. Grandísima Hayworth en un papel secundario. Para algunos, un
poco sobreactuada Deborah Kerr. David Niven se llevó por el papel en esta
película, el Óscar al mejor actor. Posiblemente mejor que él actuase en esta
ocasión Burt Lancaster. Pero tampoco hay que olvidar a los demás actores, que,
como hemos mencionado, hacen un papel dignísimo. La suma de todos ellos hace una película imprescindible.