01 febrero 2012

El graduado


Título original: The graduate
Director: Mike Nichols
Guión: Calder Willingham, Buck Henry, basada en la novela de Charles Webb
Música: Simon and Garfunkel
País y año: USA, 1967
Duración: 105 min.
Intérpretes: Dustin Hoffman, Anne Bancroft, Katherine Ross, William Daniels, Murray Hamilton
Todo un fenómeno en su momento, la película El graduado no puede entenderse sin su momento. Nos encontramos en plenos años 67-68, con el movimiento estudiantil francés a las puertas, con una realidad social que está cambiando con los inicios de los años setenta a la vista. En estos momentos de shock social, comparables a otros tantos, se comprende mejor la posición del protagonista del film.
Un muchacho recién graduado de una Universidad estadounidense, va a pasar unas vacaciones con sus padres. Está imbuido de una indiferencia, una apatía, con la que no ve ningún futuro. No sabe a qué va a dedicar su vida, ni si ésta tiene un objetivo para él. En estas circunstancias, la aparición de una amiga de sus padres (Mrs. Robinson), mujer madura de la que lo separan bastantes años, va a dar un nuevo giro a esta indiferencia.
Dustin Hoffman da en el clavo, en este papel que lo lanzó definitivamente al estrellato. No se puede imaginar el personaje, sin que éste tenga sus facciones y comportamiento. La incertidumbre y esa cierta desorientación, muy propia de esas edades juveniles, de comienzos de la época adulta, entrando en un mundo nuevo, está soberbiamente reflejada en la actuación de Hoffman.
Otro de los aspectos que han dado la categoría de mito a esta película es la banda sonora, con diversas canciones del dúo Simon and Garfunkel, compuestas por Paul Simon. La canción Mrs. Robinson, escrita para la película (en principio iba a tener otro nombre, pero fue adaptado para que concordara con el de una de las protagonistas del film) constituyó todo un éxito. Pero tampoco debemos olvidar otras canciones, como The Sounds of Silence, o Scarborough Fair…
Una de las películas que han quedado como verdadero icono de su tiempo, y si a ello sumamos la audición de los temas de Simon and Garfunkel (aun sólo por esto ya merecería la pena), pasaremos unos momentos agradables con su visionado.