01 diciembre 2012

Días de radio


Título original: Radio days
Director: Woody Allen
Guión: Woody Allen 
Música: supervisada por Dick Hyman 
País y año: USA, 1987 
Duración: 85 min.
Intérpretes: Woody Allen (narrador), Julie Kavner, Michael Tucker, Seth Green, Dianne Wiest, Mia Farrow, Danny Aiello, Jeff Daniels, Diane Keaton

Joe Needleman recuerda la época en la que tenía diez años, alrededor de 1944. En esos momentos, es un niño que sueña con las aventuras que escucha en la radio. También para su familia, judía, la radio constituye una forma de soñar y sus programas y músicas les acompañan en su vida diaria.
Con Días de radio, Woody Allen hace un homenaje a una infancia en la que la radio es una constante compañera. En una vida monótona, y en aquella época de los años cuarenta aún más, la radio es para los que la escuchan una fantasía. Fantasía son las cosas maravillosas que escuchan; fantásticas son las canciones que emiten.  
Además de la vida de esta peculiar familia judía estadounidense, con la que presenta no pocas concomitancias la imagen de Woody Allen, la película trata también sobre la vida de las estrellas de la radio. Unas, como Sally, que nacen, y otras que caen. En el fondo, todos participan de la magia de la radio.
La película tiene un ritmo bastante interesante, que no suele decaer, al mostrar diversas pequeñas historias una tras otra. El niño, pelirrojo y de familia judía, no ha podido menos que recordarme al propio Woody Allen, y quizás éste se identifique con el personaje.
Más que un protagonista, Días de radio tiene multitud de ellos, como ocurre en la radio, y cada uno de ellos lo es a su manera. Hay que destacar los miembros de la familia de Joe. Todos juntos, viviendo como pueden, y soñando como pueden también, para lo cual la radio es un buen aliado. Muy acertadas las melodías que se recogen en la película, y que nos sumergen en el ambiente de la radio de esa época. Época de la que, como se dice en la película, “ahora ya no queda nada excepto los recuerdos”. 

01 noviembre 2012

Mesas separadas


Título original: Separate Tables
Director: Delbert Mann
Guión: John Gay, Terence Rattigan, John M. Hayes
Música: David Raksin
País y año: USA, 1958
Duración: 100 min.
Intérpretes: David Niven, Burt Lancaster, Rita Hayworth, Deborah Kerr, Wendy Hiller, Gladys Cooper

Insuperable plantel de actores, para una película en la que, a la vez, ninguno es protagonista y todos son protagonistas. En ello reside gran parte del mérito de esta cinta inolvidable, adaptación de dos obras de teatro de Terence Rattigan (1911-1977), quien también participó en la elaboración del guión.
En un pequeño hotel de Inglaterra, a pie de playa, después de la Segunda Guerra Mundial, diversos huéspedes ven cómo sus problemas y situaciones van cambiando, a medida que van ocurriendo ciertos acontecimientos. En un espacio tan reducido, las distintas personalidades van reaccionando, cada uno a su manera. Pues, como dice uno de los personajes en la película, por ejemplo, en una gran ciudad como Nueva York puede llegar a sentirse mucho más duramente la soledad, que en un ámbito más pequeño, como este hotel, donde la humanidad, la relación de persona a persona, sigue existiendo, aunque las mesas del comedor estén “separadas”.
Diálogos certeros, inteligentes, a los que se añade la más que adecuada actuación de todos y cada uno de los actores, que, por cierto, son auténticos genios de la gran pantalla. Grandísima Hayworth en un papel secundario. Para algunos, un poco sobreactuada Deborah Kerr. David Niven se llevó por el papel en esta película, el Óscar al mejor actor. Posiblemente mejor que él actuase en esta ocasión Burt Lancaster. Pero tampoco hay que olvidar a los demás actores, que, como hemos mencionado, hacen un papel dignísimo. La suma de todos ellos hace una película imprescindible.

01 octubre 2012

Río Bravo


Título original: Río Bravo 
Director: Howard Hawks  
Guión: Leigh Brackett, Jules Furthman   
Música: Dimitri Tiomkin
País y año: USA, 1959  
Duración: 141 min.
Intérpretes: John Wayne, Dean Martin, Ricky Nelson, Claude Akins, Walter Brennan, Angie Dickinson

“Río Bravo” es un western muy particular. En este western no va a encontrar el espectador impresionantes paisajes. El viaje o el trayecto por el espacio físico, que es una de las características del género western, y que va paralelo a la evolución interior de los personajes, tiene en esta cinta un sentido más cerrado. Con apenas unos pocos escenarios: la oficina del sheriff, el saloon, la calle principal del pueblo, y poco más, se nos crea una atmósfera casi teatral, a veces, podría decirse, hasta claustrofóbica en ciertos momentos. Una paradoja tratándose de un western.
Y sin embargo, en pocas películas de este género se ha llegado a una introspección del alma humana, en momentos de peligro, como en “Río Bravo”. Una de las mejores actuaciones de John Wayne, interpretando al sufrido e íntegro sheriff, que ayuda a su alcohólico subalterno (Dean Martin) a superar su problema. 

01 septiembre 2012

Espías en la sombra

Título original: Les femmes de l’Ombre
 Director: Jean-Paul Salomé
Guión: Jean-Paul Salomé, Laurent Vachaud
Música: Bruno Coulais
País y año: Francia, 2008
Duración: 118 min.
Intérpretes: Sophie Marceau, Julie Depardieu, Marie Gillain, Déborah François, Moritz Bleibtreu

Dentro de las innumerables películas que se han realizado sobre la Segunda Guerra Mundial, la presente aporta un enfoque algo singular. Se trata del espionaje-sabotaje realizado por mujeres. Y en este caso, toma como base una historia auténtica, la de la espía francesa Lisé de Baissac (fallecida en 2004), que colaboró con el espionaje británico, combatiendo a los nazis en Francia. Como se ha dicho, quizás lo más recomendable del film sea esa visión del espionaje femenino: un grupo de muchachas, colaboradoras con la oficina de espionaje británico, realizan diversas actuaciones en suelo francés, ocupado por los alemanes, en plena guerra mundial. La actividad realizada por todas, permite apreciar las diferentes personalidades de cada una de ellas, y sus reacciones ante las diversas circunstancias y contratiempos (muchos) que se irán encontrando por el camino.
La factura de esta película es adecuada; correctas interpretaciones, correctos escenarios, correcta dirección y una trama también correcta, pero que en algunos momentos pierde cierto interés. Las actuaciones femeninas (destaca Sophie Marceau) son lo que sostienen, en gran parte, esta obra. Es suficiente para pasar un rato agradable, entretenido, y sumergirse en ese ambiente bélico de aquella época.

01 agosto 2012

Flic Story

Título original: Flic Story
Director: Jacques Deray
Guión: Jaques Deray, Alphonse Boudard
Música: Claude Bolling
País y año: Francia, 1975
Duración: 109 min.
Intérpretes: Alain Delon, Jean-Louis Trintignant, Renato Salvatori, Claudine Auger, Maurice Biraud

Magnífico duelo interpretativo de dos grandes actores (Delon-Trintignant) en esta película de género policíaco. Una de las mejores obras del cine negro francés. Basada en hechos reales, este film muestra también, como telón de fondo, la Francia de la posguerra. El policía Roger Borniche, interpretado por Alain Delon, mantiene una curiosa relación con ese criminal al que persigue, al que intenta capturar.
No pierde la película nunca el ritmo adecuado, que lleva al espectador hacia el final, de una manera progresiva y adecuada. El policía es un policía especial, y el criminal también es un criminal especial. Ambos papeles presentan interesantes matices, y son un complemento perfecto.

01 julio 2012

Veracruz

Título original: Vera Cruz
Director: Robert Aldrich
Guión: Roland Kibbee, James R. Webb
Música: Hugo Friedhofer
País y año: USA, 1954
Duración: 94 min.
Intérpretes: Gary Cooper, Burt Lancaster, Cesar Romero, Charles Bronson, Sara Montiel, Denise Darcel, Ernest Borgnine.

Una de las mejores cintas del género Western. Y, sin embargo, nos encontramos ante otro Oeste americano. Muchos consideran a esta cinta como el preámbulo del llamado “spaghetti western”. No encontramos en este film el habitual maniqueísmo, la división absoluta entre buenos y malos. Todos, o casi todos, tienen un pasado (o un futuro) y bastante que ocultar. Cada uno se contenta con poder sobrevivir y que le salgan sus planes como mejor se pueda. Se elimina así una de las características del western clásico: la honradez, unos ideales inamovibles, porque son los buenos. Aquí los personajes se mueven en una ambigüedad deliberada, donde predomina la codicia y la picaresca. El otro gran tema que configura como ningún otro el género western es: el camino. Una ruta geográfica y del alma, que recorren los personajes físicamente y psicológicamente. En este caso, la escolta de un cargamento de oro (que nadie debería saberlo, porque está escondido, pero todos lo intuyen) hacia la ciudad de Veracruz. Y en este viaje, el cambio en la mentalidad de los personajes no va hacia una afirmación de ideales estables y justos, sino hacia una mayor relatividad, del sálvese quien pueda. El film nos presenta una época crepuscular. En una sociedad sin valores, por hartazgo de los que existían que no han servido para nada, la ironía reina por doquier, y esa sensación de tiempo que se va. Uno de los protagonistas (Gary Cooper) fue un honrado combatiente de la Confederación, que es lo mismo que decir perdedor, que se ha visto abocado a tener que servir como cazafortunas/mercenario. Su mundo ya no es lo que era, y no le queda otro remedio que sobrevivir, de alguna forma. El reparto de actores es, sencillamente, insuperable. Gary Cooper o Burt Lancaster ponen una calidad en sus interpretaciones, que hacen del visionado del film una auténtica delicia. A eso añadamos un joven Charles Bronson, e incluso una también jovencísima por aquel tiempo Sara Montiel, que en principio no es la protagonista femenina de la cinta, pero que a medida que avanza la trama se adueña, merecidamente, cada vez más de ese puesto.

01 junio 2012

This is England

Título original: This is England
Director: Shane Meadows
Guión: Shane Meadows
Música: Ludovico Einaudi
País y año: Reino Unido, 2006
Duración: 101 min.
Intérpretes: Thomas Turgoose, Stephen Graham, Joseph Gilgun, Jo Hartley, Rosamund Hanson, Andrew Hellis.

Descarnada descripción de un lugar y una época: las ciudades obreras de la Inglaterra de la primera ministra Thatcher, años 80. La Guerra de las Malvinas ha terminado, y está en pleno apogeo la liberalización del sector público de la “dama de hierro”. En este aparente camino del crecimiento, del culto al éxito personal, de la privatización de ciertos servicios, grandes bolsas de población quedan al margen. Y en estos estratos de la población, la película nos muestra el movimiento de los skinheads (cabezas rapadas). De este movimiento, que comenzó teniendo carácter obrero, antirracista, surge otra rama de los skinheads, nacionalista, ultraderechista y racista. En este ambiente, nos encontramos a Shaun, un niño de doce años, que tras la muerte de su padre en la guerra de las Malvinas, se traslada de ciudad. En esta ciudad inglesa gris, industrial, inicia su amistad con un grupo de jóvenes skinheads, grupo al que se une, y en el que vivirá diversas experiencias que lo harán madurar, quiera o no quiera. Magnífica interpretación del niño (Thomas Turgoose), cuya evolución personal resulta impresionante contemplar en la pantalla. Interesante guión, del propio director, en el que Shane Meadows refleja experiencias de su propia juventud.

01 mayo 2012

Viaje a Citera


Título original: Taxidi sta Kythira 
Director: Theo Angelopoulos   
Guión: Theo Angelopoulos, Tonino Guerra, Th. Valtinos    
Música: Eleni Karaindrou  
País y año: Grecia, 1984  
Duración: 120 min.
Intérpretes: Manos Katrakis, Mairi Hronopoulou, Dionysis Papagiannopoulos, Dora Volanaki, Giulio Brogi, Giorgos Nezos

Escribía Kavafis, en su famoso poema del viaje a Ítaca, que “llegar allí es tu destino, pero no tengas la menor prisa en tu viaje, es mejor que dure muchos años y que viejo al fin arribes a la isla”. Algo parecido le ocurre al protagonista de esta película. Un anciano, emigrado de Grecia por motivos políticos, vuelve al fin a su hogar. No es difícil imaginar que, a su llegada, ya nada es lo mismo. Se trata de algo común a estas vidas, obligatoriamente errantes por el mundo, por diversos motivos. No crean auténticas raíces en ninguna parte, y al final a ninguna parte pertenecen.
El tema del largo viaje, que casi ocupa toda una vida, del viajero que vuelve para finalmente encontrarse con la realidad, es algo que a la cultura griega ya le venía desde Ulises y su Odisea. Angelopoulos, que utiliza recurrentemente este tema del viaje, le dota de su peculiar color: niebla, paisajes solitarios (como el anciano protagonista), grises, acompañados por la magistral música de E. Karaindrou (que participará en la banda sonora de casi todas las películas del director).
Hay que destacar la presencia de la pareja de ancianos, que consiguen llegar hasta el alma del espectador. La poesía de cada una de las imágenes de este film, va acorde con la profundidad de lo que le ocurre interiormente a los personajes. Un exilio que es un viaje hacia un pasado que, por definición, nunca más puede volver. Siguiendo el poema de Kavafis: “No has de esperar que Ítaca te enriquezca (…) sin ella, jamás habrías partido; mas no tiene otra cosa que ofrecerte”. Entre las escenas de la película, presten atención a la memorable visión de la balsa, en aguas internacionales, desnuda y solitaria, perfecto símbolo del exilio y del viaje que configuran el eje de esta obra. 

01 abril 2012

La jauría humana


Título original: The Chase
Director: Arthur Penn
Guión: Lilliam Hellman, sobre la obra de Horton Foote
Música: Jospeh LaShelle
País y año: USA, 1966
Duración: 135 min.
Intérpretes: Marlon Brando, Jane Fonda, Robert Redford, Robert Duvall, E.G. Marshall, James Fox, Angie Dickinson
Magnífico análisis de la sociedad norteamericana de los años sesenta. Todos los vicios de esa sociedad, particularmente de la América rural sureña, se muestran en esta película, que deja al descubierto la hipocresía de un mundo que se vende como perfecto, pero que en su interior lleva más o menos escondidas las lacras que lo sustentan (racismo, alcohol, violencia, etc.).
La historia de un condenado inocente (Redford) que se escapa de la cárcel y tiene la intención de regresar a su pueblo, es la base sobre la que Arthur Penn (en este su cuarto largometraje, después de una larga trayectoria en la televisión, y famoso posteriormente por su película Bonnie and Clyde) analiza concienzudamente la sociedad sureña de los años sesenta. Precisamente esta visión descarnada, propició que, en su estreno, la película no fuera excesivamente un éxito; sólo con el paso del tiempo, se puede ver esta obra con la suficiente perspectiva.
Quizás el mejor personaje del film sea el interpretado por Marlon Brando. No sabemos si esta interpretación será magistral o no, pero lo cierto es que, en su papel de sheriff en este pueblo donde (casi) todo el mundo es violento y donde muchos están profundamente sumidos en las bajas pasiones de la bebida, realiza una actuación espectacular. Redford, en unos de sus primeros trabajos en el cine, aporta también un punto de vista interesante, en su faceta de prófugo que vuelve a su lugar de origen.
Con un elenco de actores como el que presenta esta película (Brando, Redford, Duvall, Fonda), es difícil que no resultara una obra de calidad, como así ha ocurrido. Realizada en una década, la de los años sesenta, de importantes magnicidios en Estados Unidos (Martin Luther King, Kennedy) alentados por los defectos que precisamente se señalan en el film, su visionado nos llevará a una América que también existió, dominada por la violencia y la hipocresía.

01 marzo 2012

Nuestro hombre en La Habana


Título original: Our Man in Havana 
Director: Carol Reed
Guión: Graham Greene, sobre su propia novela
Música: Frank Deniz, Laurence Deniz
País y año: Gran Bretaña, 1959 
Duración: 111 min.
Intérpretes: Alec Guinness, BurlIves, Ernie Kovacs, Maureen O’Hara, Nöel Coward, Jo Morrow

Siempre son peliagudas las adaptaciones cinematográficas de las obras literarias. Más aún si la obra literaria es sumamente conocida, como ocurre en este caso, con uno de los clásicos del siglo XX de la literatura de espionaje: Nuestro hombre en La Habana, de Graham Greene (1904-1991). En esta película, tenemos la fortuna de que es el propio autor el encargado del guión. Es la tercera colaboración de Graham Greene como guionista y Carol Reed como director, en una obra que en un principio, estuvo pensada en sus inicios ya como un guión.  
La obra nos sitúa en la Cuba pre-revolucionaria. Un humilde británico, residente en La Habana,vendedor de aspiradoras (interpretado por Alec Guinness), se ve tentado por el servicio secreto inglés para que le sirva de espía. Frente a las primeras reticencias, el cobro de los cuantiosos gastos y dietas hace replantearse al pobre vendedor el hecho, y acaba sirviendo de espía. No teniendo nada que contar, acabará por inventarse colaboradores e información, para que el servicio secreto le vaya pagando más y más dinero. El problema vendrá cuando estos “presuntos” colaboradores empiecen a morir, en la realidad, uno tras otro.
Una adecuada (aunque no sobresaliente) interpretación del gran Alec Guinness, nos adentra en las intenciones de su personaje, y en los caprichos de su adolescente hija, a laque sólo le gustan los regalos caros.
Muy buena descripciónde La Habana de antes de la revolución. Graham Greene, que había conocido durante la Segunda Guerra Mundial a espías que también habían utilizado su imaginación, colabora con el gran director británico Carol Reed en otro éxito(tras El ídolo caído y, sobre todo, El tercer hombre) (una referencia a ésta última podría ser la melodía que aparece en gran parte del film, que recuerda la maravillosa canción en la cítara de Anton Karas). 
Para el espectadorque le gusten las tramas de espionaje, los personajes que se encuentran en verdaderos aprietos, un punto de humor inteligente y unos personajes bastante interesantes con fuertes personalidades que atrapan nuestra atención (el doctor alemán, el capitán cubano), la visión de esta película conllevará, sin duda, un rato muy provechoso. 

01 febrero 2012

El graduado


Título original: The graduate
Director: Mike Nichols
Guión: Calder Willingham, Buck Henry, basada en la novela de Charles Webb
Música: Simon and Garfunkel
País y año: USA, 1967
Duración: 105 min.
Intérpretes: Dustin Hoffman, Anne Bancroft, Katherine Ross, William Daniels, Murray Hamilton
Todo un fenómeno en su momento, la película El graduado no puede entenderse sin su momento. Nos encontramos en plenos años 67-68, con el movimiento estudiantil francés a las puertas, con una realidad social que está cambiando con los inicios de los años setenta a la vista. En estos momentos de shock social, comparables a otros tantos, se comprende mejor la posición del protagonista del film.
Un muchacho recién graduado de una Universidad estadounidense, va a pasar unas vacaciones con sus padres. Está imbuido de una indiferencia, una apatía, con la que no ve ningún futuro. No sabe a qué va a dedicar su vida, ni si ésta tiene un objetivo para él. En estas circunstancias, la aparición de una amiga de sus padres (Mrs. Robinson), mujer madura de la que lo separan bastantes años, va a dar un nuevo giro a esta indiferencia.
Dustin Hoffman da en el clavo, en este papel que lo lanzó definitivamente al estrellato. No se puede imaginar el personaje, sin que éste tenga sus facciones y comportamiento. La incertidumbre y esa cierta desorientación, muy propia de esas edades juveniles, de comienzos de la época adulta, entrando en un mundo nuevo, está soberbiamente reflejada en la actuación de Hoffman.
Otro de los aspectos que han dado la categoría de mito a esta película es la banda sonora, con diversas canciones del dúo Simon and Garfunkel, compuestas por Paul Simon. La canción Mrs. Robinson, escrita para la película (en principio iba a tener otro nombre, pero fue adaptado para que concordara con el de una de las protagonistas del film) constituyó todo un éxito. Pero tampoco debemos olvidar otras canciones, como The Sounds of Silence, o Scarborough Fair…
Una de las películas que han quedado como verdadero icono de su tiempo, y si a ello sumamos la audición de los temas de Simon and Garfunkel (aun sólo por esto ya merecería la pena), pasaremos unos momentos agradables con su visionado.

01 enero 2012

La Bahía de los Ángeles


Título original: La Baie des Anges
Director: Jacques Demy
Guión: Jacques Demy
Música: Michel Legrand
País y año: Francia, 1963
Duración: 90 min.
Intérpretes: Jeanne Moreau, Claude Mann, Paul Guers, Henri Nassiet, André Certes

Este film es una de las primeras obras del gran Jacques Demy. La trama resulta apasionante: un joven empleado de banca, completamente formal, modelo a seguir, se ve envuelto de manera casual (como son estas cosas) en el mundo del juego. Casi sin darse cuenta, poco a poco, entra de lleno en el mundo de la ludopatía y los casinos.
Uno de los puntos a favor de esta película, es la forma en la que se va llevando al espectador a esta caída al abismo. El naturalismo propio de la Nouvelle Vague, vitalista, en blanco y negro, fluye en esta obra del principio al fin: el argumento se va desgajando delante del público, como quien no quiere la cosa, y al final el espectador queda atrapado en la vida de este joven.
Los casinos, la obsesión por ganar el dinero, la espiral que consiste en jugar cada vez cantidad mayores, el viaje a través de los casinos de la Costa Azul, donde la ruleta puede ser tanto favorable como enemiga… La palabra fluidez quizás sea la más adecuada, como hemos indicado antes, para describir la sensación que se experimenta al contemplar La Bahía de los Ángeles (nombre de una avenida de Niza, donde se encuentran afamados casinos). El protagonista comienza en el juego, casi por casualidad, porque un amigo le invita, y puede acabar yendo de peregrinación por los casinos más lujosos de la Costa Azul (incluido el de Mónaco), ganando considerables sumas que tan rápido como le llegan, se van.
Magnífica la interpretación de una joven Jeanne Moreau, símbolo de toda una época del cine francés, tocando en esta película esa frágil frontera que el azar pone entre el éxito y el fracaso. La música, a cargo del no menos grande Michel Legrand, que le daría a Demy, en esta misma década de los años sesenta, sus mejores films-musicales, que han pasado a la Historia del Cine.